¿Cómo funcionan el sentido del gusto y
olfato?
El gusto y el olfato pertenecen a nuestros
sentidos químicos. El complicado proceso de oler y la degustación comienzan
cuando las moléculas lanzadas por las sustancias que nos rodean estimulan las
células nerviosas especiales en la nariz, la boca o la garganta. Estas células
transmiten mensajes al cerebro, donde se identifican los olores o sabores
específicos.
¿Qué causa la pérdida del olfato y del
gusto?
El sentido del olfato comienza a declinar
después de los 60 años de edad y un gran parte de las personas de esta edad
pierden su capacidad de oler. Las
mujeres de todas las edades son generalmente más precisas que los
hombres en la identificación de olores.
Algunas personas nacen sin sentido del
olfato o con un sentido disminuido. Las infecciones de las vías respiratorias y
las lesiones en la cabeza son las principales causas de perdida.
La pérdida del olfato y del gusto también
puede ser el resultado de pólipos en la nariz o cavidades sinusales,
perturbaciones hormonales o problemas dentales. También pueden ser causadas por
la prolongada exposición a determinadas sustancias químicas tales como
insecticidas y por algunos medicamentos.
Fumar tabaco deteriora la capacidad de
identificar los olores y disminuye el sentido del gusto. Dejar de fumar mejora
el sentido del olfato.
Pacientes sometidos a radioterapia por
cánceres de cabeza y cuello a menudo se quejan de la pérdida de olor y sabor.
También se pueden perder estos sentidos en la curso de algunas enfermedades del
sistema nervioso, tales como el Parkinson o Alzheimer.
¿Cómo se diagnostica la pérdida del olor y
sabor?
El grado de pérdida del olor o sabor se puede probar mediante la
concentración más baja de un producto químico que una persona puede detectar y
reconocer. También se puede solicitar al paciente que compare el olor o el
sabor de los diferentes productos químicos, y cómo las intensidades de olores y
sabores crecen cuando una concentración química se incrementa.
¿Pueden tratarse estos trastornos?
A veces ciertos medicamentos son la causa
de los trastornos y la mejoría se
produce cuando se suspende o se cambia esa medicina.
Algunos pacientes, en particular los que
sufren de infecciones respiratorias graves o las alergias estacionales,
recuperan su capacidad de olor o sabor simplemente con el tratamiento de su enfermedad. En muchos casos, de
obstrucción nasal, tales como los pólipos, estos se pueden extraer para
restaurar el flujo de aire en el área de los receptores y se
puede corregir la pérdida del olfato y del gusto.
Si tiene alguna duda o necesita un médico
otorrinolaringólogo, puede contactar a la Sociedad Mexicana de
Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello A.C. en el teléfono:
3095-4640 al 43 o en la página: http://www.smorlccc.org