lunes, 8 de octubre de 2012

El sentido del gusto y olfato


Dr. Salomón Waizel H. 

¿Cómo funcionan el sentido del gusto y olfato?

El gusto y el olfato pertenecen a nuestros sentidos químicos. El complicado proceso de oler y la degustación comienzan cuando las moléculas lanzadas por las sustancias que nos rodean estimulan las células nerviosas especiales en la nariz, la boca o la garganta. Estas células transmiten mensajes al cerebro, donde se identifican los olores o sabores específicos.

¿Qué causa la pérdida del olfato y del gusto?

El sentido del olfato comienza a declinar después de los 60 años de edad y un gran parte de las personas de esta edad pierden su capacidad de oler. Las  mujeres de todas las edades son generalmente más precisas que los hombres en la identificación de olores.

Algunas personas nacen sin sentido del olfato o con un sentido disminuido. Las infecciones de las vías respiratorias y las lesiones en la cabeza son las principales causas de perdida.

La pérdida del olfato y del gusto también puede ser el resultado de pólipos en la nariz o cavidades sinusales, perturbaciones hormonales o problemas dentales. También pueden ser causadas por la prolongada exposición a determinadas sustancias químicas tales como insecticidas y por algunos medicamentos.

Fumar tabaco deteriora la capacidad de identificar los olores y disminuye el sentido del gusto. Dejar de fumar mejora el sentido del olfato.

Pacientes sometidos a radioterapia por cánceres de cabeza y cuello a menudo se quejan de la pérdida de olor y sabor. También se pueden perder estos sentidos en la curso de algunas enfermedades del sistema nervioso, tales como el Parkinson o Alzheimer.

¿Cómo se diagnostica la pérdida del olor y sabor?

El grado de pérdida del  olor o sabor se puede probar mediante la concentración más baja de un producto químico que una persona puede detectar y reconocer. También se puede solicitar al paciente que compare el olor o el sabor de los diferentes productos químicos, y cómo las intensidades de olores y sabores crecen cuando una concentración química se incrementa.

¿Pueden tratarse estos trastornos?

A veces ciertos medicamentos son la causa de los trastornos y la  mejoría se produce cuando se suspende o se cambia esa medicina.

Algunos pacientes, en particular los que sufren de infecciones respiratorias graves o las alergias estacionales, recuperan su capacidad de olor o sabor simplemente con el tratamiento de  su enfermedad. En muchos casos, de obstrucción nasal, tales como los pólipos, estos se pueden extraer para restaurar el flujo de aire en el área de los receptores  y  se puede corregir la pérdida del olfato y del gusto.

Si tiene alguna duda o necesita un médico otorrinolaringólogo, puede contactar a la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello A.C. en el teléfono: 3095-4640 al 43 o en la página: http://www.smorlccc.org


                                              

                               

lunes, 1 de octubre de 2012

Amigdalitis


Dra. Aideé Pérez Holguín 

La amigdalitis aguda es una de las infecciones más frecuentes  en la infancia.

Las amígdalas o “anginas” se encuentran ubicadas en la faringe, y debido a que su función principal es como filtro o sistema de defensa del cuerpo y al estar muy expuestas son muy propensas a enfermarse.

Las amígdalas generalmente se ven afectadas por bacterias que generan inflamación y producen como síntomas: odinofagia (dolor de garganta), fiebre, mal aliento.

 Es importante tratar estas infecciones ya que son potencialmente graves, pudiendo producir obstrucción de la vía aérea (obstrucción para respirar), abscesos en el cuello, endocarditis (inflamación en el corazón), daño en el riñón, extensión de la infección al cerebro entre otras.

El tratamiento de estas infecciones debidas a bacterias generalmente requieren uso de antibióticos los cuales deben ser prescritos por su médico para el uso razonable de los mismos y evitar se siga fomentando la resistencia de las bacterias a los antibióticos.

Cuando estas infecciones se vuelven muy frecuentes o cuando las amígdalas crecen demasiado y obstruyen la respiración puede requerirse cirugía para retirarlas. Es una cirugía que bien indicada y en manos expertas tiene muy buenos resultados y mejora la calidad de vida de estos pacientes.

Si tiene usted dudas sobre amigdalitis, puede contar a un médico otorrinolaringólogo de la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello A.C. en la página: www.smorlccc.org, o al teléfono: 3095-4640 al 43.